Existen muchas enfermedades infecciosas diferentes que requieren del cuidado
clínico de profesional de la salud. En el siguiente directorio se enumeran
algunas de ellas, para las cuales le proveemos una breve descripción.
VIH
El virus de
inmunodeficiencia humana (VIH, o HIV por su sigla en inglés) es el virus que
provoca el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA, o AIDS por su sigla
en inglés). Este virus destruye o inhibe las células del sistema inmune y
destruye de manera progresiva la capacidad del cuerpo de defenderse contra
infecciones y ciertos cánceres. En adultos y adolescentes, el VIH se transmite
generalmente por el contacto sexual con una persona infectada. En los EE.UU,
casi todas las infecciones de VIH detectadas en niños menores de 13 años de
edad se deben a transmisión vertical, es decir, el virus se transmite al niño
en el útero de su madre o al atravesar el canal de parto. También se detectó el
virus en la leche materna. Antes del año 1985, un pequeño grupo de niños se
infectó con el virus a través de hemoderivados contaminados. A partir de 1985,
comenzaron a realizarse estudios de detección de rutina con hemoderivados. No
todos los niños cuyas madres están infectadas con el VIH contraen el virus.
Meningitis
La meningitis
es una inflamación de las membranas que circundan el cerebro y la médula
espinal.
La meningitis
suele estar ocasionada por una infección bacteriana o viral que invade el
líquido cefalorraquídeo (LCR). El líquido cefalorraquídeo (LCR) es el líquido
que fluye dentro de los espacios vacíos del cerebro con el fin de proteger al
cerebro y la médula espinal. La meningitis también puede estar causada por un
hongo o parásito. La severidad de los síntomas de un niño y la prognosis
dependen del organismo específico que ocasiona la meningitis. La meningitis
puede presentarse en lactantes, niños y adultos.
Neumonía
Esta IO se
caracteriza por falla respiratoria subaguda, fiebre, tos no productiva y
molestias torácicas inespecíficas, de días a semanas de evolución. Puede
presentarse únicamente con fiebre. El examen físico pulmonar suele ser anodino
y en ocasiones no hay ningún signo. En los casos graves existe hipoxemia (PO2
< 70 mmHg) que se traduce inicialmente por un descenso en la saturación de
oxígeno ante el ejercicio leve, lo que nos demuestra un gradiente
alveolo-arterial de O2 anormal. El neumotórax es una complicación asociada
frecuente de los cuadros graves.
La enzima
lactato deshidrogenasa (LDH) en sangre puede estar elevada más de tres veces
sobre el valor normal, lo cual es altamente sensible pero poco específico2. La
proteína C reactiva (PCR) suele ser baja cuando no existe co-infección por
otros agentes infecciosos3. La radiografía de tórax muestra infiltrados
intersticiales bilaterales "en alas de mariposa", pero puede tener
patrones variables con presencia de nódulos, bulas o cualquier tipo de patrón
radiológico. La TAC de pulmón demuestra, clásicamente, imágenes en vidrio
esmerilado o de "árbol en brote".
Sífilis y
neurolúes
- Sífilis primaria: Infección aguda con lesión ulcerada genital y/o oral única o múltiple + VDRL positivo en sangre71.
- Sífilis secundaria: Ocurre dos a ocho semanas después de la sífilis primaria. Hay compromiso cutáneo maculo-papular, nodular-escamoso o pustular, potencialmente en toda la piel y que afecta palmas y plantas, fiebre, linfadenopatías, cefalea, mialgias y artralgias, con o sin condiloma lata + VDRL positivo. Las pruebas treponémicas MHA-TP o FTA-ABS deben ser positivas en sangre pero, ante un examen negativo o la imposibilidad de hacerlo, no se debe limitar el tratamiento71,72.
- Sífilis latente temprana: Más de 1 año y menos de 4 años desde el evento de sífilis primaria o secundaria, pueden recurrir síntomas de sífilis secundaria y no debe tener elementos de etapa latente tardía. Los marcadores (VDRL + MHA-TP o FTA-ABS) son positivos71,72.
- Sífilis latente tardía: Afecta a los sistemas cardiovascular, neurológico (compromiso meníngeo, meningo-vas-cular y/o parenquimatosas) o produce lesiones gomosas en cualquier órgano y se acompaña de VDRL + MHA-TP o FTA-ABS positivos en sangre71,72.
- Neurosífilis: Puede ocurrir en cualquier etapa de la enfermedad. Debe prestarse atención a la rigidez de nuca, cefalea, fiebre, compromiso ocular (uveítis) y lesión de VII° par craneal, pero puede ser asintomático73. Requiere presencia de VDRL positivo en sangre y LCR con prueba treponémica (FTA-ABS o MHA-TP) positiva en sangre. Hay alteración de LCR con > 10 céls/mm3, incremento de las proteínas y leve descenso de glucosa, pero el LCR también puede ser normal. La PL debe realizarse en todo paciente con manifestaciones de sífilis tardía y también se recomienda en infección por VIH asintomáticos con < 350 de linfocitos T-CD4/mm3 y VDRL o RPR > o = 1:32 en sangre72,74; sin embargo, en pacientes infectados por VIH se puede hallar neurosífilis con diluciones más bajas que la señalada73. Los pacientes con VDRL o RPR positivo en sangre y análisis citoquímico de LCR alterado (>10 céls/ mm3, proteínas elevadas y glucosa baja) + VDRL negativo en LCR deben tratarse como neurosífilis74.
- La visión de campo oscuro de muestras provenientes de lesiones ulceradas genitales (chancro) o pápulas secundarias es una opción válida para el diagnóstico pero de uso inhabitual en la práctica diaria.
Referencias:
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